
Lo que hace un soldado es lo más admirable que un hombre puede hacer: salvar vidas de sus compatriotas dispuesto a perder la suya. Nos cuesta mucho llamarle profesión o trabajo. Ni siquiera vocación. Es otra cosa más importante. Para colmo os pagan tan poco.
La izquierda ha infiltrado su antimilitarismo en la sociedad. Como ha filtrado su odio a la España que unió el planeta a partir de un 12 de Octubre de 1.492, liberando de paso a cientos de pueblos indígenas sojuzgados por los pueblos más fuertes del Nuevo Continente y llevando la civilización a aquella tierra. No sabemos de ningún indigenista, ni siquiera de alguien de Podemos, que quiera volver a los sacrificios humanos y al taparrabos.
A quienes sois soldados de España sólo podemos deciros que ni en su odio a los valores militares, ni en su odio a la España que hizo Hispanoamérica tienen razón. Lo que sucede es que la izquierda y los separatismos son incapaces de reconocer lo elevado porque lo elevado les retrata.