
Fernando Grande-Marlaska, nuevo ministro de Interior ahora ha acabado admitiendo que no necesitaba la autorización del Juez Llarena para trasladar a los políticos catalanes presos por golpismo, puesto que su Ministerio, superior jerárquico de instituciones penitenciarias es quien podría decidir el acercamiento de los políticos separatistas a prisiones catalanas, aunque ha insistido en que le hace falta su visto bueno porque «los traslados son muy costosos personalmente para los presos» y puede ser que se tengan que hacer en etapas.
Dice Marlasaka que el traslado de los presos independentistas no sería un acto de buena voluntad, sino que debe ser visto como una aplicación del principio de proporcionalidad, y que se valorará una vez que Pablo Llarena dé por concluida la fase de instrucción, ya que hasta entonces, ha añadido, pueden ser requeridos para la práctica de diligencias.