
El CDR de Tarragona llama a sus miembros y a la población en general a procesionar ante la prisión de la ciudad. Se trata de una «procesión alternativa», dicen sus organizadores. «Exprésate, trae pancartas, fotos, vístete como quieras, cubierto o descubierto, con peineta y mantilla y un toque de amarillo y con cirios», pide el CDR de cara a tan singular y blasfema «performance».
El endiosado Puigdemont y sus «apóstoles» presos y fugados cuentan con el enfervorecido apoyo de la mayor parte del clero catalán y de los Comités de Defensa de la República (CDR), que este Viernes Santo han organizado una procesión amarilla en Tarragona para pedir la puesta en libertad de sus dirigentes y orar por la implantación de la república.