
La gran novedad de la Magdalena 2018 es, sin duda, la presencia de la ganadería de Victorino Martín. Olvidada en las últimas ediciones, regresa a un ruedo que ha sido santo y seña de su divisa durante mucho tiempo. Hasta hace unos años, una Magdalena sin Victorino no se concebía Pero llegó la nueva empresa Gestión Universal de Espectáculos S.L. – Toño Matilla, Manuel Martínez Erice y Alberto Ramírez- y dejó de lado el carácter torista del ciclo para dar paso a otro tipo de hierros y planteamiento. Este año es distinto. El fallecimiento del ganadero de Galapagar ha hecho reflexionar a los empresarios, que han querido rendir, según afirman, su memoria. En cualquier caso, el sello que antaño acompañó a La Magdalena se recupera hogaño. Y, además, con una terna de toreros o bien rara o bien poco habitual. Sebastián Castella, pidió la corrida; El Fandi, más de lo mismo al saber la decisión del francés; y el local Varea, se agarra a un clavo ardiendo para intentar recuperar el terreno perdido la temporada pasada.