
Unos cuantos días de televisión contándonos el buenismo de Pedrito con la exhibición de principiante del Aquiarius ha puesto a España y a los españoles ante un problema grave que resolver con urgencia. El Aquarius, la Sanidad Universal, las ayudas a los inmigrantes y la estupidez de la izquierda, construyendo banderas buenistas malas para todos, terminarán por hacer de la inmigración un problema histórico y existencial.
Sin duda, la actuación de Pedro Sánchez viene inspirada por instancias superiores, ahí está la visita de Soros, pero el problema inmediato para España es Pedro Sánchez porque a Soros, y lo que esta basura humana represente, se les puede obedecer o no.
La llegada de inmigrantes a España de forma ilegal se puede calificar de masiva. En las fronteras de Ceuta y Melilla la entrada es violenta. Y la respuesta del Gobierno es pedir dignidad para unos inmigrantes que, según entra, debieran ser detenidos, puestos a disposición judicial y o encarcelados preventivamente o devueltos a Marruecos. ¿Alguien imagina que pasa si un españolito arroja cal viva a un policía?
Es verdad que es un problema europeo. Pero es también un problema nacional porque España no puede resolverlo para Europa pero sí para sí misma. Cerrar fronteras. Dotar a la Guardia Civil para defenderlas. Emplear al Ejército. Deportar los inmigrantes ilegales y hacer entender a los españoles y, en la medida de lo posible, a la progresía estúpida que destrozar Europa y España no significa mejorar Africa.