
Sólo hay dos posibilidades con relación al mensaje enviado por Puigdemont a través del libro «La crisis Catalana». Uno, que sea simple y llanamente un brindis al sol, porque lo cierto es que si le da igual, y está preparado pues que vuelva y ya… si eso… ya le recibimos.
Otra y que nos preocupa más es que ya tenga realizados pactos con Sánchez en el sentido de que le haya ofrecido una inmediata puesta en libertad, mediante alguna triquiñuela, y de este modo cada uno barre para su casa y se justifica para su electorado.
Puchy matiza, sin embargo, que sería un «error» que le metiesen preso, porque complicaría «todavía más» la posibilidad de encontrar una «solución política», y él insiste, como no, en su libro en que la solución del conflicto entre Cataluña y el Estado pasa por una solución política en la que intermedie Europa, y además propone para hacer ese papel al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dice: «Es el único que se ha expresado de una forma muy correcta» -Traducción (Es el único que dice lo que nosotros queremos oír).
En otra parte del libro, el presidente en el exilio apunta que teme por su vida: «A veces digo que mi vida corre peligro y no lo digo porque sí», afirma, ya que «tenemos delante un estado que no se detiene ante nada por la unidad de la patria «. Falso… no debería detenerse… pero por desgracia … se detiene.