
Todos los asistentes ayer al Tribunal Supremo acataron el art. 155, asumieron todos los preceptos constitucionales, renunciando a cualquier actuación fuera de la constitución. Era algo meramente simbólico, manifestaron. Y es que el miedo… guarda la viña.
Desconocemos si forma parte del pasteleo con el Gobierno Central, desconocemos si sus manifestaciones son para no salir de lo políticamente correcto, y por imperativo legal, pero sea cualquiera de las causas la Plaza de la Villa de París, sede del Tribunal Supremo, olía a letrina, olía a caquita, y es que las noches en Prisión, fuera de las moquetas de la sede del Gobern, empiezan a ser frías. Pero de ahí a que lleves esa deriva, querida Carmen, y acabes en Fuerza Nueva… de verdad que tampoco hace falta.
Tú, por si acaso, ya vemos que te vas preparando y adoptas distintas modalidades del saludo romano: lateral y al descuido como el Führer, el Joseantoniano de la mano ligeramente arqueada, el franquista palmalcielo o el desafiante mussoliniano. Hasta El Mundo te recoge en portada saludando a los falangistas que protestaban ante el Tribunal.
¡¡¡ ARRIBA ESPAÑA, FORCADELL !!!
Vamos a ver si queda alguna plaza libre de barragana o palanganera…