
En una reciente entrevista en la que analiza entre otras cosas la aparición de una poderosa derecha en el mapa político occidental y la debilidad electoral de los suyos, el bueno de Garzón no se equivoca en su análisis.
Hoy en España, la izquierda es progre, buenrollista, moderna y eso sí, continua siendo anti-española. Son clases medias ilustradas que han buscado en la izquierda una forma de elitismo intelectual. Los votantes de la izquierda se caracterizan también por un amor desenfrenado por todo lo que huela a globalización. Los votantes de la izquierda son complicados… ¡como la misma izquierda!